Bases metodológicas

Trabajo conjunto familia-adolescente

La familia es el primer marco de socialización del individuo, donde se dan las primeras relaciones interpersonales y afectivas. Cualquier cambio en uno de los miembros, implica cambios y reajustes en todos los elementos y obliga a redefinir su posición dentro del sistema familiar.

Los cambios ligados a la adolescencia generan en la familia múltiples dificultades. Es verdad que en la mayor parte de los casos no son traumáticos y están constituidos por simples disputas, sinsabores, quejas..., pero en otros casos sí lo son y pueden desembocar en comportamientos tales como: apatía, abandono escolar, huidas de casa, violencia, consumo de drogas...

El proceso de autonomía de los/as hijos/as suscitaría menos crisis si se enfocase desde un punto de vista evolutivo y se entendiera como algo ligado a toda persona que debe abandonar algunas líneas de conducta de la familia para desarrollar otras nuevas que le permitan conquistar la madurez.

Para superar las crisis que conlleva educar en esos momentos, es necesaria la implicación familiar desde un proceso paralelo que permita aprender a situarse ante los cambios en las relaciones con el/la adolescente.